La globalización es todo lo que se mueve a través de la red, es decir, información de cualquier carácter. El término globalización se viene usando desde los años setenta para denominar el fenómeno de liberalización de los movimientos de capitales que desencadenó la privatización. Dio lugar a una economía interconectada por tecnologías capaces de difundir y multiplicar la información, a la vez, que nos hemos ido desligando de la dependencia del tiempo y el espacio.
La globalización tiene graves efectos sociales y culturales: los que tengan acceso a la información y sepan utilizarla, se integrarán con mayor facilidad, los que carecen de ella están condenados a la marginación del mundo moderno. Por ello, urge modificar el modo de educar, de enseñar a aprender, ya que los procesos en los que estamos inmersos requieren personas adaptativas, versátiles y cargadas de valores, porque la globalización es irreversible.
La mundialización plantea otro tipo de problema, desde el punto de vista cultural, y es que existe un desequilibrio entre las culturas dentro de las redes. (Hay culturas que tienen más peso que otras). Esto es similar a la romanización (paralelismo). Roma construyó las vías de comunicación, de manera, que llegó la lengua, la cultura, el idioma, la filosofía, la concepción del ser humano, el derecho. Roma era la dueña de las vías.
Esto ocurre hoy en día. Estas vías de comunicación son las redes, mediante las cuales intercambiamos información. Las redes telemáticas traen diferentes formas de pensamiento. En cada momento, quien era dueño de las redes imponía su forma de entender las cosas. Pero mientras sea un intercambio de información no hay problema. El problema reside cuando las culturas más jóvenes necesitan tener más claro quiénes son, en cambio las culturas viejas saben cual es su identidad.
La cultura siempre y cuando esté equilibrada no pasa nada, el problema es cuando se anteponen. Las culturas se mueven a través de las redes y son las culturas jóvenes las que están imponiendo su ideología. La cultura se configura en religión, etnia y el país al que una pertenece.
El aspecto religioso también se mueve a través de las redes. Esta forma de intercambiar información no se puede censurar porque es muy barata y rápida, además, de llegar a todos los sitios. En las redes se manifiestan enfrentamientos religiosos. Las religiones que están presionando están arrinconando a otras religiones. Todo problema religioso que hay en la sociedad está en las redes.
También podemos encontrar en las redes el teletrabajo que son aquellos trabajadores que no acuden a la empresa, trabajan desde casa por diferentes motivos. Se puede ver como una posibilidad. Como consecuencia del teletrabajo, la enseñanza también se transforma.
Hoy en día, aparece la teleenseñanza, learning, etc. Se intenta que las enseñanzas estén en las redes; los alumnos pueden estar en comunicación con cualquier universidad. Es decir, la telenseñanza pretende establecer una comunicación directa entre el profesor y el alumno en el momento en que se esta produciendo el proceso educativo, así como un acceso del alumno a los contenidos, utilizando para ello como canal artificial los nuevos canales telemáticos de comunicación.
Es aquí cuando la idea de centro escolar se rompe. Aparecen espacios virtuales de enseñanza. Ahora con pantallas en cualquier sitio donde se encuentre el profesor, los alumnos lo pueden seguir desde casa, en tiempo real y presencial. Estas clases se graban. Pero el problema de las redes en las enseñanzas es que la institución educativa no quiere cambiar como institución.
Hay una serie de personas que deciden todo acerca de la enseñanza, es decir, cuando se pasa de curso, qué asignaturas, etc., pero con las nuevas tecnologías no habría ningún problema a la hora de qué se quiere estudiar, con quién y cuándo. Junto al campus presencial se ha creado un campus virtual y ya es imposible de desaparecer.
Ventajas de la teleenseñanza
Gracias a la teleenseñanza las dimensiones de tiempo y espacio desaparecen, ofreciendo una red mundial de comunicación donde podremos desarrollar nuestro conocimiento, además de aprender interactivamente debido al aprendizaje no lineal. Se ahorrarían importantes costes de desplazamiento, se mejoraría la calidad de vida del alumnado que por cualquier razón no pueda desplazarse a las aulas y habría flexibilidad en los horarios. Se puede producir una respuesta inmediata al encontrarse en el mismo espacio de comunicación.
Inconvenientes de la teleenseñanza
La teleenseñanza se aleja totalmente de la concepción tradicional de lo que supone la enseñanza. Los inconvenientes de la telenseñanza son que se debe de disponer o tener acceso a un equipo (posiblemente con acceso a Internet), pero la tecnología no siempre está disponible. Se pierden las relaciones sociales, es decir, la interacción y las relaciones con los compañeros de clase desaparecen al igual que la relación didáctica entre el docente y el alumnado.
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